jue Mar 23 - lectura de 5 minutos
Autor: Equipo Acción Latina
La jubilación en América Latina es un tema que a menudo se evita o se considera tabú. Muchas personas tienen miedo de hablar sobre sus finanzas personales y, por lo tanto, de cómo se preparan adecuadamente para su jubilación. En el tema rara vez se incluye la inversión.
El problema se agrava por la falta de educación financiera en la región. Muchas personas no entienden los conceptos básicos de inversión y ahorro y, por lo tanto, no saben cómo manejar su dinero de manera efectiva. Además, la falta de acceso a servicios financieros y la baja cultura de inversión también contribuyen a esta problemática.
Es fundamental que la población latinoamericana comience a hablar abiertamente sobre la inversión y la jubilación y se eduque financieramente para poder tomar decisiones informadas sobre su futuro financiero. Los gobiernos también tienen un papel importante que desempeñar en la mejora de la educación financiera y en la creación de incentivos fiscales para fomentar la inversión y el ahorro.
En la perspectiva de la necesidad de educar a las personas sobre la importancia de la planificación financiera para garantizar la jubilación nacen las siguientes reflexiones. Esperamos que contribuyan a que se propicie un cambio de cultura sobre este tema.
Los sistemas de jubilación en el mundo
Existen diferentes sistemas de jubilación a nivel internacional, cada uno con distintas características que influyen en la forma en que los ciudadanos pueden planificar su futuro financiero. Algunos de los sistemas de jubilación más comunes parten de tres opciones para su financiamiento.
Primero están los llamados “sistema de seguridad social”, este es un sistema de jubilación pública que es administrado por el gobierno. Los trabajadores contribuyen con una parte de sus ingresos a un fondo de seguridad social, que se utiliza para pagar las pensiones de los jubilados. Este sistema es común en países como México, Brasil, Chile y Argentina.
Una segunda opción son “los planes de pensiones privadas”. Consiste en un sistema de jubilación que se basa en planes de pensiones ofrecidos por empresas o instituciones financieras privadas. Los trabajadores pueden contribuir a estos planos, que invierten en diferentes instrumentos financieros para generar rendimientos. Este sistema es común en Estados Unidos y en algunos países europeos.
Como tercer modelo se tiene “el sistema mixto” que combina elementos de seguridad social y planes de pensiones privadas. Los trabajadores contribuyen a un fondo de seguridad social, pero también tienen la opción de invertir en planes de pensiones privadas. Este sistema es común en países como Chile y México.
Se entiende que estos no los únicos modelos, pero de manera resumida, de alguna manera, todos los existentes internacionalmente tienen niveles de correspondencia con estos tres sistemas básicos. Pero, ¿todos los ciudadanos de un país tienen derecho a algunos de estos modelos?
La jubilación un derecho que genera polémicas en el mundo
La jubilación es un derecho que es objeto de discusiones sociales intensas en todo el mundo debido a diversas razones. Una de las principales es la falta de inversión y financiamiento adecuado en los sistemas de pensiones, ya sea a nivel estatal o privado. En muchos casos, los fondos destinados a los sistemas de jubilación son insuficientes para pagar las pensiones prometidas a los jubilados, lo que lleva a una situación de crisis en el momento de la jubilación.
Otro factor importante es el aumento de la esperanza de vida. A medida que la población envejece y vive más tiempo, los sistemas de jubilación tienen que hacer frente a una mayor cantidad de jubilados, lo que ejerce una presión adicional sobre los fondos de pensiones. Además, el envejecimiento de la población también puede aumentar la carga sobre las familias que deben cuidar a sus mayores.
Además, las desigualdades sociales y económicas también contribuyen a la precariedad del derecho a la jubilación. Los trabajadores con bajos salarios y aquellos que trabajan en sectores informales o no cotizan en el sistema de seguridad social tienen menos probabilidades de contar con una pensión adecuada en el futuro. Asimismo, las diferencias de género en el mercado laboral también pueden afectar la capacidad de las mujeres para ahorrar y planificar su jubilación.
Por estas razones, la jubilación es un derecho fundamental para todas las personas, pero se enfrenta a muchos desafíos en todo el mundo debido a la falta de financiamiento, el aumento de la esperanza de vida, las desigualdades sociales y económicas y las diferencias de género. Es necesario abordar estos problemas para garantizar que todas las personas puedan acceder a una jubilación segura y cómoda, y esto requiere políticas públicas y privadas que aborden estos problemas.
Los mejores sistemas de jubilación en el mundo
No es sencillo indicar cuáles serían los mejores sistemas a nivel internacional. Por ello nos apoyamos en el Índice global de pensiones 2022 del Mercer CFA Institute, que analiza y cuantifíca los principales desafíos que presentan los planes de contribución para los jubilados. El índice compara 44 sistemas previsionales y cubre el 65% de la población mundial.
Este índice señala que los Países Bajos (Holanda) y Dinamarca tienen los mejores sistemas de pensiones del mundo, según un estudio mundial que ilustra cómo preparan los distintos países a sus poblaciones en envejecimiento para la jubilación. Estos países ocuparon los dos primeros lugares y ambos obtuvieron una calificación A, por el nivel de seguridad financiera ofrecido durante la jubilación. Australia quedó en tercer lugar, con una calificación de B+, mientras que los otros diez puestos los ocuparon Finlandia, Suecia, Noruega, Singapur, Nueva Zelanda, Canadá y Chile, todos con una calificación B.
La encuesta de 37 países, que abarca casi dos terceras partes de la población mundial, utiliza 40 mediciones para evaluar si un sistema conduce a mejores resultados financieros para los jubilados, si es sostenible y si inspira confianza de la comunidad. El Reino Unido y Estados Unidos obtuvieron una calificación de C+, ocupando el puesto 14 y 16 respectivamente. Ambos podrían elevar la puntuación al aumentar la pensión mínima para los pensionistas de bajos ingresos, según el informe.
Los peores sistemas de jubilación en el mundo
Cualquier comparación de los sistemas jubilatorios es controvertida, dice el Índice Mercer que se viene citando, pues cada uno se desarrolló en un particular contexto económico, social, cultural y política y en sus propias circunstancias históricas. Por ello no hay un sistema único que convenga trasplantar, sin cambios, de un país a otros. Sin embargo, dice el Índice, hay ciertos aspectos que tienen más probabilidad de llevar a mejores beneficios a las personas mayores de una sociedad, a aumentar la sostenibilidad del sistema y a generar mayores niveles de tranquilidad y confianza.
En la escala que utiliza el Índice, aparecen en el nivel D (los peores calificados), por debajo de la India, Japón, Corea del Sur, México, Turquía y Filipinas y solo delante de Tailandia, se menciona a Argentina en el penúltimo lugar. Este conjunto de países presenta sistemas previsionales que tiene “algunas características deseables, pero importantes debilidades y omisiones, que vuelven dudosa su eficacia y sostenibilidad”. Países ricos como Japón y Corea del Sur tienen sistemas jubilatorios débiles, pero poblaciones mayores con altísimo nivel de ahorros.
Considerando su nivel de ingresos, también es relativamente pobre el sistema jubilatorio de EEUU. En comparación con 2020, China y Reino Unido son los países que han experimentado la mayor mejora como consecuencia de una importante reforma de las pensiones, que permitió mejorar los resultados para las personas y las regulaciones en materia de pensiones
Tú eres el responsable de tu jubilación
Descrita la situación de estos países, vale la pena hacerse la siguiente pregunta: ¿Entonces, tú debes ser el responsable de tu jubilación porque en la mayoría de los países, el sistema de seguridad social y las pensiones no son suficientes para garantizar una jubilación digna y segura? La respuesta es sí. Es decir, el dinero que se recibe de seguridad social o pensión, generalmente, no es suficiente para cubrir los gastos necesarios en la jubilación.
Por lo tanto, es importante que las personas planifiquen y ahorren con anticipación para garantizar una jubilación exitosa. En esta situación, cada individuo es responsable de tomar decisiones adecuadas sobre cómo ahorrar e invertir su dinero para lograr sus objetivos para su jubilación.
Esto implica hacer elecciones conscientes en cuanto al dinero que se gasta y se ahorra a lo largo del tiempo. Ahorrar en una cuenta de jubilación, invertir en una cartera de inversiones bien diversificada y evitar la deuda son algunas de las estrategias comunes que se pueden utilizar para asegurar una jubilación exitosa.
Además, es importante que las personas mantengan un enfoque equilibrado y realista para la jubilación. Esto significa no solo tener en cuenta los aspectos financieros, sino también planificar cómo se va a pasar el tiempo, dónde se va a vivir, cuáles son las actividades de ocio y cuál es el nivel de salud en la vejez, entre otros.
En América Latina debe partirse del hecho de que debes ser el responsable de tu jubilación porque los sistemas de seguridad social y las pensiones no son suficientes para garantizar una jubilación a su población. También hay que agregar la inestabilidad política y fiscal de los gobiernos de la región. Por lo tanto, es importante que cada persona tome decisiones bien estudiadas sobre cómo ahorrar e invertir su dinero para lograr sus objetivos de jubilación. Al mantener un enfoque equilibrado y realista para la jubilación, las personas pueden garantizar una jubilación exitosa.
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Las inversiones, el camino para una jubilación responsable
La perspectiva de que las inversiones sean el camino para una jubilación responsable se refiere a la idea de que, para lograr una jubilación segura y cómoda, es necesario inversiones financieras responsables y planificadas a lo largo del tiempo.
En lugar de simplemente confiar en las contribuciones al sistema de seguridad social o en una pensión garantizada, muchas personas eligen invertir parte de sus ingresos en fondos de inversión, acciones, bonos u otros instrumentos financieros. Estas inversiones tienen como objetivo generar rendimientos a largo plazo que pueden contribuir a financiar su jubilación.
Al invertir de manera responsable, se puede maximizar las oportunidades de obtener un retorno sobre la inversión y, por lo tanto, aumentar los ingresos disponibles para la jubilación. Sin embargo, esto requiere una planificación cuidadosa y una comprensión de los riesgos y beneficios de diferentes tipos de inversiones.
Es importante destacar que invertir no es una garantía de una jubilación exitosa. Las inversiones también conllevan riesgos, y los resultados pueden variar según las condiciones del mercado. Por lo tanto, es esencial contar con un enfoque equilibrado y diversificado al invertir, que incluye la gestión de riesgos y la planificación a largo plazo. Para poder aplicar positivamente este enfoque se debe recibir educación financiera básica.
Ahora bien, esta perspectiva se refiere a la idea de que la planificación y las inversiones financieras responsables son una forma de garantizar una jubilación segura y cómoda. En nuestra región depender de un sistema de jubilación gestionada por los gobiernos o por sistemas mixtos (que son mayoría entre nuestros países) no han resultado una opción segura.
Ello se ha convertido en situaciones delicadas y a veces trágicas (como el caso extremo de los jubilados en Venezuela) que no permiten a los pensionados calidad de vida al final de sus vidas. Ello estimula a que cada ciudadano latinoamericano se vuelva responsable de su jubilación. Pero. ¿cómo hacerlo? Lo veremos más adelante, antes veamos en detalle qué sucede con la jubilación América Latina.
Los sistemas de jubilación en América Latina
Cuando se habla de la jubilación en América Latina existe la predisposición a compartir resultados en un número limitado de países, que presentan muchas diferencias entre ellos. Sin embargo, son recurrentes una serie de factores comunes que ayudarían a mejorar los sistemas de jubilación en la región. En muchos países, la adopción de medidas para aumentar la cobertura de los empleados, incluidos los trabajadores informales (o autónomos), sería un objetivo importante para proporcionar ingresos de jubilación adecuados para todos.
Además, instituir edades mínimas para acceder a los ahorros para la jubilación ayudará a preservar estos activos para su uso en la vida más adelante. Presentamos algunas ideas básicas y una comparación simplificada de los diferentes sistemas que existen en la región.
La situación de la jubilación en América Latina
No se tiene una respuesta única a la pregunta de cuáles serían los países con el peor sistema de jubilación en América Latina, ya que cada país tiene su propio sistema de pensiones y las evaluaciones pueden variar según la fuente y los criterios utilizados. Sin embargo, hay algunos países que se destacan por los desafíos y debilidades en sus sistemas de jubilación.
Uno de ellos es Argentina, donde el sistema de seguridad social enfrenta graves problemas de financiamiento y sostenibilidad a largo plazo. La tasa de reemplazo de las pensiones es baja y hay una alta proporción de trabajadores informales que no cotizan en el sistema, lo que aumenta la brecha entre los que reciben una pensión y los que no. Además, la edad de jubilación es relativamente baja en comparación con otros países, lo que aumenta la presión sobre el sistema de pensiones.
Otro país con un sistema de jubilación en dificultades es Brasil, donde los trabajadores deben contribuir a un fondo de seguridad social para recibir una pensión en el futuro. Sin embargo, la tasa de reemplazo de las pensiones es baja y el sistema enfrenta problemas de financiamiento debido al envejecimiento de la población y la falta de inversión. Además, muchos trabajadores informales y autónomos no cotizan en el sistema de seguridad social, lo que los deja sin una pensión en el futuro.
En México, el sistema de seguridad social también enfrenta problemas de financiamiento y sostenibilidad a largo plazo. La tasa de reemplazo de las pensiones es baja y el sistema enfrenta una creciente demanda debido al envejecimiento de la población y la falta de inversión. Además, la edad de jubilación es relativamente baja en comparación con otros países, lo que aumenta la presión sobre el sistema de pensiones.
También existe el otro lado de la moneda, aquellos países de la región que son valorados positivamente en ese aspecto. Tenemos a Chile que cuenta con uno de los sistemas de jubilación más sólidos de América Latina, basado en el modelo de capitalización individual, donde los trabajadores ahorran para su propia jubilación en cuentas individuales. El sistema chileno ha sido considerado como un modelo a seguir por otros países de la región.
Igualmente, Uruguay tiene un sistema de jubilación de reparto con un fondo de reserva que ha permitido una mayor estabilidad financiera en el pago de pensiones. Además, los trabajadores tienen la opción de contribuir a una cuenta individual de ahorro, lo que les permite aumentar sus ahorros y mejorar su jubilación.
México en los últimos años ha implementado reformas en su sistema de jubilación para mejorar la sustentabilidad financiera y aumentar la cobertura. El país tiene un sistema mixto, que combina la contribución de los trabajadores con una pensión garantizada por el gobierno. Parecido es el caso de Colombia que también tiene un sistema mixto que combina la contribución de los trabajadores con una pensión garantizada por el gobierno. El país ha implementado reformas para mejorar la sostenibilidad financiera del sistema y aumentar la cobertura.
En fin, de acuerdo a estas consideraciones se puede llegar a un consenso: en mayor o en menor todos los sistemas de jubilación enfrentan el problema de la sustentabilidad financiera.
El factor sostenibilidad fiscal de la jubilación en América Latina
La sostenibilidad fiscal de la jubilación en América Latina es un tema complejo y urgente debido a la creciente preocupación sobre la capacidad de los sistemas de seguridad social y pensiones para sostenerse en el tiempo y proporcionar una jubilación segura y cómoda a la población.
El aumento de la esperanza de vida, la disminución de las tasas de natalidad y la falta de inversión en los sistemas de seguridad social y pensiones han generado desafíos significativos en la sostenibilidad fiscal de la jubilación en América Latina. La falta de fondos y la insuficiencia de los ingresos están surgiendo gravemente la capacidad de los sistemas de jubilación para financiar las necesidades de la población envejecida.
Además, la falta de cobertura de los sistemas de seguridad social y pensiones en muchos países de la región ha llevado a una brecha importante en la cobertura entre los trabajadores formales y los trabajadores informales, lo que agrava aún más los desafíos de sostenibilidad fiscal.
Para abordar estos desafíos, se requieren reformas significativas en los sistemas de seguridad social y pensiones. Estas reformas deben abordar los desafíos fiscales a largo plazo, mejorar la cobertura, aumentar la eficiencia en la administración de los sistemas de jubilación y aumentar la inversión en los sistemas de seguridad social y pensiones.
En este sentido, es importante fomentar la educación financiera entre la población para que las personas puedan tomar decisiones responsables sobre su futuro financiero, incluida la planificación para la jubilación y el ahorro. La colaboración entre el sector público y el privado también puede ser una solución efectiva para mejorar la sostenibilidad fiscal de la jubilación.
Resolver el tema de la sostenibilidad fiscal de la jubilación en América Latina es un desafío urgente que requiere reformas significativas en los sistemas de seguridad social y pensiones, así como la promoción de la educación financiera. Es importante abordar estos desafíos para garantizar una jubilación segura y cómoda para la población envejecida en la región.
La sostenibilidad de la jubilación en América Latina depende de los gobiernos
Según Mariano Bosch, especialista principal en la División de Mercados Laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y coautor del libro “Presente y Futuro de las Pensiones en América Latina y El Caribe”, en la región latinoamericana cada sistema tiene sus debilidades y fortalezas. “Yo no creo que sirva ahorrar un 10% del salario y esperar una pensión cercana al 60% de tu último sueldo, no es realista”, aconseja Bosch.
Este especialista divide los modelos de la región en dos categorías: los tradicionales modelos públicos de pensiones (también llamados sistemas de beneficio definido o de reparto) y los de cotización individual. En ese contexto, los casos más paradigmáticos, explica, son Brasil (con su modelo público) y Chile (con su modelo de ahorro personal). “Son casos como de libro. Brasil es un sistema con grandes problemas de sostenibilidad fiscal y Chile es un país con grandes problemas de sostenibilidad social… Estamos observando un replanteamiento de muchos sistemas”, aclara Bosch.
Brasil, por un lado, no tiene los recursos fiscales para financiar un sistema con altos niveles de subsidio y de redistribución. Este sistema beneficia a aquellas personas que contribuyen toda su vida laboral. Te llevas entre el 60% o el 70% de tu último salario. Pero, es un sistema regresivo porque le da muy poco al que contribuye pocos años. Es muy inequitativo.
Además, en Brasil afecta el envejecimiento de la población: “Como el sistema se financia con las contribuciones de los trabajadores hacia los pensionistas, mientras más pensionados existan, más difícil será financiar el sistema”, estima el analista.
Y en el caso de Chile, el problema es que las pensiones están muy por debajo de las expectativas que se hizo la gente. Si la gente esperaba recibir una pensión equivalente al 70% de su último salario y en Chile es del 20 o del 30%, hay un gran salto entre lo que las personas esperaban y lo que está resultando del sistema.
Bosch argumenta que si una persona ahorró solamente 10 o 15 años –por las razones que sean– es muy difícil acumular el capital necesario para obtener una buena pensión. Y, además, los parámetros con los que se creó el sistema quedaron desactualizados.
Actualmente Chile está discutiendo cómo cambiar su sistema de pensiones y, en paralelo, cómo reformar su sistema impositivo, con el objetivo de recaudar cerca de US$1.000 millones. En medio del debate, las protestas continúan y la llamada “furia chilena” aún no da señales de aplacarse.
Como puede visualizarse en la descripción que Bosch realiza de Chile y Brasil, los gobiernos de ambas naciones tienen que ocuparse de manera sostenida en atender esta situación. Los gobiernos de esos países definen el modelo y, en el caso de los sistemas públicos como el de Brasil, la situación de la sostenibilidad fiscal del sistema de jubilación pasa a primer plano y se ve como una situación que no tiene solución de inmediata aplicación.
La inversión: una nueva forma de ver la jubilación en América Latina
Ante este panorama es normal preguntarse: ¿Qué debe hacer un ciudadano responsable para garantizarse una jubilación digna? La inversión no es una nueva forma de ver la jubilación en América Latina, ya que históricamente ha habido diferentes formas de ahorro e inversión que han sido utilizadas por las personas para planificar su jubilación. Sin embargo, en los últimos años, la inversión se ha convertido en una opción cada vez más popular para aquellos que buscan asegurar su futuro financiero en la jubilación.
La razón de esto es que los sistemas de seguridad social y pensiones en América Latina han enfrentado desafíos significativos en cuanto a su capacidad para garantizar una jubilación segura y cómoda para la población. La falta de fondos y la insuficiencia de los ingresos han llevado a un aumento en la edad de jubilación, una reducción en los beneficios y una disminución de la cobertura de los sistemas de seguridad social y pensiones.
Ante esta situación, muchas personas han optado por invertir en diferentes opciones financieras, como fondos de inversión, acciones, bonos y otros instrumentos, para complementar sus ingresos en la jubilación. La inversión también puede ser una forma de proteger los ahorros de la inflación y aumentar el valor de los mismos a lo largo del tiempo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la inversión conlleva ciertos riesgos y no es una garantía de rendimientos. Por lo tanto, es esencial que las personas se eduquen sobre las opciones de inversión disponibles y evalúen cuidadosamente sus objetivos financieros y su tolerancia al riesgo antes de tomar decisiones de inversión.
Se puede afirmar, entonces, que la inversión puede ser una forma de complementar los ingresos en la jubilación y proteger los ahorros de la inflación, pero es importante evaluar cuidadosamente las opciones de inversión y considerar los riesgos antes de tomar decisiones de inversión.
Educarte financieramente para ser responsable de tu jubilación
Si se quiere invertir para la jubilación, la educación financiera es una herramienta importante para gestionar esta decisión. Al comprender los conceptos financieros básicos, las personas pueden tomar decisiones convenientes sobre cómo ahorrar e invertir para su futuro financiero.
La educación financiera puede ayudar a las personas a comprender cómo funcionan los diferentes instrumentos financieros, tales como los planes de pensiones, los fondos de inversión, los bonos y las acciones, y cómo pueden utilizarlos para planificar su jubilación. También puede ayudarlos a comprender los diferentes riesgos y beneficios de cada opción de inversión, y cómo ajustar su estrategia de inversión a medida que se acercan a la jubilación.
Además, la educación financiera puede ayudar a las personas a comprender cómo manejar y reducir sus deudas, y cómo hacer un presupuesto y administrar sus gastos para ahorrar más dinero para la jubilación. También puede ayudar a las personas a comprender cómo maximizar los beneficios de los programas de seguridad social y pensiones disponibles.
De manera especial la educación financiera también puede ayudar a las personas a comprender cómo se adaptaron a los cambios económicos y cómo tomar decisiones financieras sólidas en diferentes situaciones económicas. Al aprender a planificar y administrar el dinero de manera efectiva, las personas pueden estar mejor preparadas para enfrentar cualquier cambio económico o desafío que puedan enfrentar en el futuro.
De esta manera se puede afirmar, sin dudas, que es una herramienta clave para planificar una jubilación exitosa. Al comprender los conceptos financieros básicos y las diferentes opciones de inversión disponibles, las personas pueden tomar las mejores decisiones y elegir invertir para obtener dividendos de manera sostenida.
El ejemplo de los Estados Unidos
Vamos a presentar un país en donde la cultura de la inversión para garantizar una jubilación digna. A diferencia de la jubilación en América Latina, en los Estados Unidos, la inversión para la jubilación se centra en gran medida en el uso de cuentas de ahorro fiscalmente favorecidas, como las cuentas de jubilación individuales (IRAs), los planes 401(k) y los planes 403(b). Estas cuentas permiten a los inversores ahorrar dinero para la jubilación y, al mismo tiempo, recibir importantes beneficios fiscales.
Cuentas de jubilación individuales (IRAs): son cuentas de inversión individuales que permiten a los inversores ahorrar dinero para la jubilación. Hay dos tipos principales de IRA: las IRA tradicionales y las IRA Roth. En una IRA tradicional, el dinero se deposita antes de impuestos y los impuestos se pagan al retirar el dinero. En una IRA Roth, el dinero se deposita después de impuestos y los retiros se hacen libres de impuestos. Las personas pueden contribuir a una IRA hasta cierta cantidad cada año, y el límite de contribución cambia cada año. Una cuenta IRA tradicional es una muy buena opción para ir construyendo los ahorros del retiro ya que permite hacer contribuciones de hasta $5,500 al año (o $6,500 al año si tienes más de 50 años) con la posibilidad de deducirlos de los impuestos. De cualquier manera, una IRA puede ayudar a ahorrar para la jubilación al brindarle una forma de hacer crecer su dinero con ventajas impositivas. La IRA tradicional ofrece el mayor beneficio para la mayoría de las personas porque sus contribuciones son deducibles de impuestos.
Los planes 401(k) y 403(b): son planes de jubilación patrocinados por el empleador que permiten a los trabajadores contribuir con una parte de su salario antes de impuestos a una cuenta de ahorros para la jubilación. El empleador también puede hacer contribuciones al plan. Las contribuciones del empleado pueden ser un porcentaje del salario del empleado o una cantidad fija. Estos aportes también tienen límites de contribución anual. Las inversiones en estas cuentas pueden incluir una variedad de opciones, como fondos mutuos, acciones, bonos y otros instrumentos financieros. Los inversores pueden elegir sus propias inversiones o pueden optar por un plan gestionado por un profesional financiero. Un plan 401(k) es un plan calificado de compensación diferida. Si el trabajador es elegible conforme a este plan, generalmente puede optar que su empleador aporte una parte de su compensación en efectivo al plan antes de retenerle los impuestos. En tanto, el plan 403(b) es un plan de jubilación con impuestos diferidos diseñado para ayudar a invertir periódicamente en su jubilación. Se le ofrece a través de su empleador y está a disposición de empleados de hospitales, instituciones educativas y muchas organizaciones sin ánimo de lucro elegibles. La diferencia entre un 403(b) y un 401(k) es el tipo de empleador que los ofrece. Los planes 401(k) son ofrecidos por empresas privadas con fines de lucro. Los planes 403(b), por otro lado, son ofrecidos por organizaciones exentas de impuestos y sin finalidades de lucro
En general, como se ha visto, el objetivo de la inversión para la jubilación en los Estados Unidos es maximizar el crecimiento del dinero a lo largo del tiempo mientras se minimizan los riesgos. Los inversores buscan lograr una combinación de diversificación de inversiones y gestión de riesgos para asegurarse de que sus ahorros para la jubilación estén seguros y crezcan a largo plazo. Esta cultura de invertir para la jubilación ha ganado espacio en los Estados Unidos, a diferencia de América Latina donde los sistemas de jubilación con aportes fiscales de los gobiernos han logrado una actitud pasiva de los jubilados en la región. La carencia de educación financiera explica tal conducta de los jubilados en la región.
Conclusiones: el ciudadano responsable garantiza su jubilación con inversiones
De manera consistente hemos insistido en dos ideas básicas. La primera, se han descrito los problemas que enfrentan los pensionados en América Latina. Por la falta de sostenibilidad financiera en los diferentes sistemas de jubilación de los diferentes países son bien conocidas las tensiones sociales que ocasiona esta circunstancia. Ello conduce a miles de pensionados a la calle a reclamar este derecho.
Por otra parte, argumentamos que la inversión sostenida y a largo plazo puede resultar una solución para la jubilación en América Latina. Claro, para que esto sea una verdadera solución hay que resolver el hecho de la carencia de educación financiera básica entre los latinoamericanos, sobre todo entre los más pobres. Hemos considerado que una actitud responsable de todo ciudadano es hacerse responsable de su jubilación, al estilo de la cultura de Estados Unidos que ofrece una experiencia positiva en este sentido.
Al final, con la información en sus manos, es hora de actuar en consecuencia. La solución ya la conocen.
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