lun Feb 20 - lectura de 5 minutos
Autor: Equipo Acción Latina
¿Puedes invertir sin aprender a ahorrar? Esta es una pregunta que debes responder con sinceridad: La respuesta está en el centro de estas reflexiones. No podemos, por ahora, satisfacer tu curiosidad, pero seguramente ya la sabes. Te presentaremos a continuación un conjunto de acciones para que puedas ahorrar con eficiencia y, después, invertir con inteligencia y conocimientos.
Ahorrar o invertir, ¿qué te conviene más?
Seguramente vives una circunstancia que otros ya han conocido. Recibes tus ingresos, cumples con todas tus obligaciones, cubres todos los gastos básicos y te sobra alguna cantidad que queda en tu cuenta bancaria. Tal vez tengas deudas, sobre todo en tu tarjeta de crédito, pero siempre estás al día. Ahora bien, si estás en una situación igual o parecida a la que te presentamos, te preguntamos: ¿estás ahorrando? ¿estás invirtiendo? ¿tienes un plan de ahorro o de inversiones?
Ahorrar es importante para todo ciudadano responsable, sobre todo si es madre o padre de familia y sus hijos o padres dependen de su estabilidad financiera. Guardar dinero tiene sus ventajas notorias. Pero, agregar inversiones a la estrategia de ahorrar dinero podría ayudarte a alcanzar una importante meta futura. Piensa en que puedes tener una casa, pagar la educación universitaria de tus hijos o disponer de recursos para viajar. Las inversiones, y no el dinero depositado en una cuenta bancaria, pueden ayudarle a alcanzar tus metas a largo plazo. Sin embargo, muchas personas tienen dudas en este asunto. Nos referimos en que no saben cuánto ahorrar y cuánto invertir. Veamos esto con mayor precisión.
Sí, ahorrar es necesario, pero invertir es vital para tu futuro
Si buscas alguna definición tal vez te encontrarías con una parecida a esta: “el ahorro es la acción de separar una parte de los ingresos que obtiene una persona o empresa con el fin de guardarlo para su uso en el futuro, ya sea para algún gasto previsto o imprevisto, emergencia económica o una posible inversión.” Vean que indica desde el comienzo que ahorrar es diferente a invertir, la primera es una acción que contiene a la otra. No se puede invertir si no tienes la posibilidad de ahorrar y sólo es posible ahorrar cuando, después de ejecutar tus gastos y pagar tus deudas, puedes guardar algo de tus ingresos. Te lo repetimos, para invertir tienes que aprender a ahorrar primero, así como para correr debes primero caminar.
Una vez que hayas aprendido a ahorrar viene la segunda acción. Invertir significa que pones tu dinero en la bolsa de valores, generalmente comprando acciones de grandes empresas. O también en un fondo de inversiones, que son servicios financieros a los que les pagas una comisión para que inviertan por ti. La meta de invertir es generar ganancias, además, con el potencial de obtener mayores ingresos (lo cual puede involucrar más riesgos) a lo largo del tiempo. Pero, esto lo vamos a ampliar más adelante.
Responde mentalmente lo siguiente: ¿En diciembre pasado gastaste todo el dinero de tus utilidades de fin de año o de tus ingresos extras?, ¿Qué hubiera pasado si en lugar de gastar todo hubieses apartado una parte para ahorrar? ¿Acaso los gastos que se hacen en esas fechas son todos necesarios o podías ahorrar gastando menos?
No podemos responder por ti, este ejercicio mental tiene la finalidad de enfocarte. Pero te podemos adelantar un resultado: si en diciembre hubieses ahorrado, seguramente tendrías dinero a medio año o a fin de año para pagar al contado lo que necesites. De esta forma evitarás generar deudas, quitándote el estrés de correr para pagar tu tarjeta de crédito.
En conclusión, aprender a ahorrar es necesario para que puedas organizar bien tus finanzas personales. Te hace sufrir menos disponer de un fondo para atender emergencias o gastos imprevistos. En cambio, invertir implica ver más allá de un año, ver tu vida en décadas. Entonces, cuando tengas inversiones con rentabilidades a largo plazo, vas a entender que invertir es vital para el futuro.
Los primeros pasos para aprender a ahorrar y poder invertir
El primer paso para ahorrar es organizar tus finanzas personales. Debes tener conciencia de que, si no eres capaz de conocer todos los detalles de cuánto ganas, en qué gastas y cuánto puedes disponer al fin del mes para guardar, nunca podrás ahorrar. Así que comencemos por lo primero.
Organizar tus finanzas personales
¿Sabes qué son las finanzas personales y cuál es su importancia? Es muy simple: no es más que la administración financiera de tus ingresos y gastos personales en general. Aquí la palabra administración te exige dos tareas: controlar ingresos/gastos y decidir cuánto gastar y cuándo guardar de acuerdo a un plan o presupuesto personal o familiar, según sea el caso. También es necesario una tarea más difícil: realizar un análisis de tus pagos, gastos y metas financieras a través del tiempo. Ordenar tus finanzas personales requiere educación financiera, disciplina personal y compromiso con las metas financieras decididas.
La expresión concreta de la organización de tus finanzas personales es la elaboración de un plan integral que contempla varios años en el futuro. Este plan puede llamarse también presupuesto familiar, pero debe ser a largo plazo. Te vamos a dar un ejemplo.
La familia X lleva un control riguroso de los ingresos de cada uno de sus integrantes (mamá y papá, casi siempre). Igualmente lleva un registro muy detallado de cuánto se gasta cada día. Al realizar un control de gastos e ingresos descubren que les sobra algo de dinero al fin del mes.
La decisión de qué hacer con ese dinero que está disponible cada mes es la semilla inicial de su plan financiero. ¿Lo dejan en la cuenta bancaria? ¿Crean un fondo de emergencia? ¿Compran acciones de una empresa como Apple? Al responder cada pregunta la familia X pasa de controlar gastos e ingresos a diseñar un plan financiero a largo plazo.
Un plan de finanzas personales debe tener los siguientes elementos:
Ahora ya sabes lo que contiene un plan de finanzas personales, que es el primer paso para lograr ahorrar y comenzar a invertir. Pero vamos a ir un poco más allá: cuál debería ser el monto de tus ahorros.
De tus ingresos, ¿cuánto puedes aprender a ahorrar?
No existe una manera única de ahorrar, eso va a depender de cada persona o grupo familiar en particular. Pero, si te podemos decir que las personas o familias que ahorra tienen hábitos de consumo y manejo de sus ingresos de manera más o menos iguales. Al saber tus ingresos y tus gastos, al tener claro el monto que cada mes te sobra, viene la pregunta obligatoria. De ese monto: ¿cuánto se debe ahorrar para invertir?
Como existen muchas formas de ahorrar, te vamos a presentar una opción que tal vez cumpla tus aspiraciones. Se llama la regla del 50-20-30. Esta fórmula parte de un pensamiento que toda persona que ahorra practica: “Un centavo ahorrado es un centavo ganado”.
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La regla que te indicamos se puede resumir de la siguiente forma:
Escribir estos porcentajes o tenerlos presentes en tu mente es sencillo. La dificultad consiste en cumplirlos. Se sabe que los que fallan a la hora de ahorrar es porque no tienen un plan realista para hacerlo. Pero tener un plan sin comprometerse con las acciones que indica el plan también conduce al fracaso. Esta regla del 50-30-20 es recomendable porque muchos la han aplicado y han tenido resultados positivos. Esas mismas personas cambiaron sus hábitos de consumo y financieros para lograr el éxito.
La forma de aprender a ahorrar con poco dinero
¿Y si la persona o el grupo familiar cuenta con pocos ingresos? Para esta situación también se han ideado soluciones prácticas que han permitido cumplir con sus metas de ahorro e inversiones.
Para apoyarte te vamos a compartir el denominado “método Kakebo”. Es un método de ahorro japonés que se ha vuelto popular en redes sociales, ya que consiste en llevar un registro físico o digital de absolutamente todos tus gastos. Pero ¿cómo funciona? Funciona para todos, pero de manera especial para quienes tienen pocos ingresos y deben ser mucho más disciplinados y comprometidos que los demás.
Te lo explicamos a detalle. Lo que tienes que hacer para comenzar a aplicar este método de ahorro japonés es conseguir una agenda o libreta de cuentas para registrar todos los datos que tengas al día. Puedes también bajar una aplicación para tu celular o computadora de escritorio. Al llevar este registro puedes hacer un análisis semanal y hasta anual de todo el dinero que gastas en el hogar o tu negocio.
En esta libreta o aplicación anotarías:
Aplicando el método Kakebo siempre vas a visualizar que es posible ahorrar, incluso cuando tus ingresos son muy limitados. Es sencillo de hacer, lo importante es comprometerte a llevar a adelante este método que le ha funcionado a millones de personas en distintos países.
Primer paso dado, aprendiste a ahorrar y ahora… ¿cómo inviertes?
Al tener disponibilidad financiera, al lograr ver montos a ahorrar en tu libreta Kakebo o en tu plan de finanzas personales, viene otra acción natural: ¿en qué vas a invertir tus ahorros?
Para hacer crecer el patrimonio, el mundo de las inversiones tiene opciones para todo tipo de personas. Desde las que buscan un bajo riesgo, con un mínimo rendimiento, hasta los que deciden arriesgar más para incrementar su capital.
Se puede invertir en inmuebles o bienes raíces, acciones o instrumentos financieros, cada uno tiene su nivel de riesgo y porcentaje de rendimiento. Lo que debe quedar claro es que hay dos factores que van a influir en el crecimiento del capital. Primero, la cantidad de dinero que dispones para invertir. Segundo, en el caso de la inversión, el tiempo. Cuanto más tiempo se mantenga el dinero invertido, mayor puede ser el rendimiento.
Los tipos de inversión
Debes saber que básicamente existen dos tipos de inversiones financieras. Las inversiones financieras también pueden ser denominadas “portafolio de inversiones”. Esto se debe a que se puede invertir en varios y diferentes activos financieros de inversión al mismo tiempo. De esta manera el inversor busca diversificar sus inversiones con el fin de reducir en gran medida el riesgo que supone colocar todo su capital en un solo instrumento o producto, que al fallar podría suponerle grandes pérdidas.
Así pues, si una de las inversiones falla y arroja perdidas, el inversor podrá cubrir la pérdida con las ganancias obtenidas en sus otras inversiones. La inversión financiera no es algo que se pueda tomar a la ligera, requiere de una evaluación preliminar y un análisis exhaustivo.
Veamos a continuación algunas de los principales tipos de inversión financiera:
La inversión que te conviene más
De los distintos tipos de inversión, te vamos a recomendar las dos básicas: inversiones de renta fija e inversiones de renta variable.
Inversiones de renta fija
Este es un tipo de inversión en el que el emisor de los instrumentos financieros en los que se invierte, se obliga a pagar una renta fija y periódica previamente informada al inversor. El tipo de producto financiero más conocido son los bonos, bien sean de gobiernos o empresas. Dicho de otra manera, es una inversión de riesgo calculado y baja rentabilidad. Aquí el inversor negocia la rentabilidad y el plazo de retorno de la inversión antes de invertir. Este tipo de inversión es recomendable principalmente para inversores inexpertos que carecen de la suficiente experiencia.
Inversiones de renta variable
Las inversiones de renta variable son todo lo contrario de las inversiones de renta fija. En este tipo de inversión no es posible conocer con antelación la rentabilidad de la inversión, ni tampoco garantizar el retorno de esta. Es considerada como un tipo de inversión de riesgo. Ya que, al no garantizar la renta ni el capital de la inversión, su rendimiento puede variar sin límite: subir y obtener elevados rendimientos o bajar incluso hasta llegar a cero.
La inversión de renta variable más conocida es la que se realiza en la Bolsa de Valores, cuando se compra o vende acciones u otros tipos de instrumentos financieros. Este tipo de productos son ofrecidos por las empresas que los utilizan cuando necesitan dinero extra para financiarse o financiar alguno de sus proyectos. Es un tipo de inversión recomendado para principiantes por ser de fácil acceso, cualquiera con un pequeño capital puede participar y pasar a formar parte del cuerpo de accionistas de estas empresas.
Educarte para aprender a ahorrar e invertir
Vamos a compartir una recomendación de oro para aquellos que están dando sus primeros pasos en el mundo de la Bolsa de Valores. Es natural que al principio te sientas un tanto temeroso y tengas muchas dudas antes de tomar cada decisión. El miedo a perder tu dinero es normal y… hasta necesario.
Pero debes saber que hasta el inversionista vivo más famoso, nos referimos al mago de Omaha Warren Buffett, también comenzó como un novato, claro él lo hizo cuando apenas era un adolescente. Entonces, ¿qué debes hacer? Primero no pienses que esas primeras sensaciones al iniciarte en el mercado bursátil sólo te ocurren a ti. Esa incertidumbre inicial es parte de ser inversionista.
En segundo lugar, ya existe una solución para esta situación: la buena noticia es que debes educarte para ser inversionista. Debes procurar una formación que te permita lo conocer siguiente:
Como puedes ver, se trata de muchos temas que podrás aprender poco a poco, practicando con inversiones pequeñas en el mercado de valores. Existen muchas formas de aprender en el mundo de las inversiones. Desde los que deciden ser autodidactas y comprar libros o ver videos en internet o aquellos que establecen que su primera inversión es en su educación financiera. Las opciones aquí dependerán de cada inversionista en particular. Pero, lo que es definitivo: quien no se educa financieramente normalmente la vida la conduce al fracaso, bien sea que pierda todo o parcialmente su capital.
Conclusiones: ¿Aprender a ahorrar o invertir en solitario o acompañado?
En fin, podemos llegar a algunas precisiones para que el camino del ahorro y las metas financieras a largo plazo (como son las inversiones) sea recorrido hasta alcanzar el éxito. La tarea más importante de todas es aprender a ahorrar. Es el primero paso, es la condición. Tal aprendizaje implica desaprender hábitos de consumo (casi siempre en exceso) y conductas financieras erróneas (no ahorrar). El camino del triunfo en este asunto del ahorro está lleno de dificultades, pero millones de personas lo han logrado y eso debería suficiente estímulo para que empieces a recorrer el tuyo.
No es casualidad que hayamos compartido un método de ahorro japonés (Kakebo). Es odioso hacer comparaciones, pero también es una tontería no querer ver la realidad. Es este tema del ahorro, la cultura de ahorro que existe en Japón debe ser objeto de atención y estudio.
La segunda condición: una persona para poder a aprender a ahorrar debe buscar apoyo para que no recorra ese sendero solo. Los caminos que se recorren acompañados se hacen menos fastidiosos y más divertidos, de hecho, se convierten en un paseo. Si este razonamiento es válido para el ahorro, la condición de aprender acompañados por otros con más experiencias y conocimientos en el mundo de las inversiones es imprescindible.
Es cierto, muchos aprenden a ahorrar y a invertir solos, sin recibir acompañamientos de expertos. Pero, este tema ya ha sido estudiado. Tardan más tiempo en aprender y fracasan en mayor porcentaje que los que se apoyan en experiencias y conocimientos ajenos. Es cuestión de decisiones inteligentes.
Ahora bien, todas estas recomendaciones y reflexiones sólo tienen sentido si eres capaz de comprometerte con un plan financiero o un presupuesto a largo plazo. Es hora de que te decidas y comiences a recorrer el sendero del éxito en tus finanzas personales que trae el ahorro y las inversiones. No lo dudes más.
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