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PALABRAS DE ACCIÓN

mar May 2 - lectura de 5 minutos

Autor: Equipo Acción Latina

¿Habrá recesión en Estados Unidos en 2023?

¿Una recesión en Estados Unidos en 2023? Esta es una pregunta (y sus múltiples respuestas) que se encuentra en los portales financieros norteamericanos a diario. Antes de entrar de lleno en el tema, es bueno comenzar por lo básico. Una recesión económica es un período de declive en la actividad económica, que se caracteriza por una disminución significativa en la producción, el empleo y la inversión en un país o región. La recesión se produce por una variedad de factores, pero a menudo está relacionada con una disminución en la demanda de bienes y servicios. Esto puede ser debido a una baja en la inversión empresarial, en el gasto del consumidor o una reducción en las exportaciones. 

La recesión puede ser perjudicial para una economía porque lleva a un aumento del desempleo y a una disminución en la demanda de bienes y servicios, lo que a su vez puede llevar a una caída en la producción y una posible contracción en la economía.  Por lo general, los gobiernos y los bancos centrales toman medidas para combatir las recesiones, como reducir las tasas de interés o implementar políticas fiscales o monetarias expansivas para estimular la economía. 

Enterados de este aspecto conceptual, vamos a exponer algunos elementos básicos de este tema que trae a más de un inversionista preocupado, pero también intentaremos ver cómo es posible reconocer aquellos elementos presentes en una economía afectada por la recesión.

Los síntomas de una economía en recesión

Antes de que comencemos de lleno en nuestro tema, es bueno detenernos en un hecho que todos conocen: las recesiones aparecen de vez en cuando en cualquier economía. Una explicación aceptada es que es debido a la naturaleza cíclica del crecimiento económico y a la interacción de múltiples factores económicos y políticos. Como las economías están compuestas por múltiples sectores, incluida la producción, el consumo, la inversión y el comercio, muchos factores pueden contribuir a la aparición de una recesión, como una desaceleración económica en otro país, una disminución en la demanda de bienes y servicios.

Las recesiones son un fenómeno natural del ciclo económico y aunque los gobiernos y los bancos centrales toman medidas para mitigar los efectos de una recesión, a menudo son difíciles de predecir y pueden tener efectos duraderos en la economía y la sociedad en general. Para decirlo de otra forma: las recesiones nunca van a desaparecer, son parte de las economías y se debe aprender a reaccionar adecuadamente cuando se produce. Ahora sí, vamos a fondo con este tema tan interesante.

¿Por qué se produce y cuáles son los efectos de una recesión?

Ya sabemos que una recesión es una disminución significativa de la actividad económica que se extiende por toda la economía, que dura más de unos pocos meses, normalmente visible en el PIB (Producto Interno Bruto) real, los ingresos, el empleo, la producción industrial y las ventas mayoristas y minoristas. Hay muchas causas de las recesiones, igualmente existen muchos impactos (desde económicos, sociales y hasta políticos) que este mal produce en una sociedad. Vivir una recesión no es una situación deseable para ningún país.

Causas de las recesiones económicas

Es obvio que no hay una sola causa para que se produzca una recesión económica. Las recesiones económicas pueden ser causadas por una amplia gama de factores, que incluyen, entre otros, una disminución en el gasto o la demanda del consumidor, una disminución en la inversión empresarial, una disminución en las exportaciones o un aumento en las importaciones, aumento del desempleo y crecimiento lento o negativo del PIB. Otros factores que pueden contribuir a una recesión incluyen altos niveles de deuda, una disminución en los precios de los activos y una disminución en la confianza general de los inversores. Además, factores externos como pandemias mundiales o crisis económicas internacionales también pueden contribuir al inicio de una recesión. En general, las recesiones suelen ser el resultado de múltiples factores que interactúan y pueden tener un impacto significativo tanto en la economía como en la sociedad en su conjunto. En este caso nos vamos a detener en aquellas causas que son más frecuentes. 

  • Crisis financieras: crisis financiera se refiere a una perturbación económica que se origina por problemas asociados al sistema financiero o monetario de un país. Estas crisis suelen empezar en el sector financiero, pero pueden afectar al conjunto de la economía directa o indirectamente. Las causas de una crisis financiera pueden variar, pero algunas comunes son la especulación excesiva, la falta de regulación y supervisión del sistema financiero, una burbuja de activos, la acumulación excesiva de deudas, la disminución de la confianza de los inversores, entre otras. Una crisis financiera puede conducir a una recesión al causar una fuerte caída en los préstamos y la inversión. Esto puede suceder cuando los bancos quiebran o cuando hay una pérdida de confianza en el sistema financiero.
  • Burbujas de activos: una burbuja de activos es una situación en la que los precios de los activos, como acciones o bienes raíces, aumentan rápidamente a niveles insostenibles. Hay muchas razones por las que puede ocurrir una burbuja de activos. Algunas de las razones más frecuentes incluyen: i) crédito fácil, cuando es fácil pedir dinero prestado, es más probable que las personas compren activos. ii) FOMO o miedo a perderse, cuando las personas ven que los precios de los activos están aumentando, es más probable que compren activos para evitar perder las ganancias. iii) exceso de optimismo sobre el futuro ocasiona que las personas simplemente pueden llevarlos a pagar más por un activo de lo que realmente vale.
  • Disminuciones repentinas de la demanda: la caída en el consumo puede ser recesiva ya que es un componente importante del PIB de una economía. Cuando los consumidores gastan menos dinero, esto puede generar una disminución de la demanda de bienes y servicios, lo que a su vez se traduce en una disminución de la producción y las ventas de las empresas. La disminución de la producción podría llevar a un aumento de la tasa de desempleo y a una disminución en los ingresos de las personas, lo que lleva a un ciclo de retroalimentación negativa que puede aumentar la probabilidad de una recesión. 
  • Errores en la política del gobierno: Errores en políticas públicas como un gasto público excesivo o impuestos altos, también pueden conducir a una recesión. Estas decisiones pueden tener un impacto significativo en la economía, aunque no siempre producen una recesión económica. Implementar políticas económicas adecuadas puede ayudar a estimular el crecimiento económico y reducir el riesgo de recesión. Sin embargo, si las políticas económicas implementadas son inadecuadas o efectuadas de manera incorrecta, pueden tener efectos negativos en la economía. Por ejemplo, si un gobierno implementa políticas fiscales o monetarias que reducen la inversión empresarial o el consumo de los ciudadanos, esto podría conducir a una disminución de la demanda agregada y, potencialmente, a una recesión económica. 

Ahora bien, identificar una recesión económica es útil para tomar medidas para mitigar su impacto o incluso prevenirla. Los gobiernos y los bancos centrales pueden tomar medidas para estimular la economía, como reducir las tasas de interés, aumentar el gasto público y/o implementar paquetes de estímulo fiscal para inyectar dinero en la economía. Asimismo, las empresas y las personas pueden prepararse para una posible recesión ajustando sus presupuestos y reduciendo el gasto no esencial.

Los efectos de una recesión 

Como se sabe, nunca es deseable una recesión económica. Cuando se producen pueden causar una disminución significativa del crecimiento económico, un aumento del desempleo, una disminución del ingreso de los ciudadanos y una disminución de la inversión empresarial, lo cual puede tener efectos duraderos en la economía y la sociedad en general. Las recesiones también pueden reducir la confianza de los inversionistas y el público en general, lo que puede llevar a una disminución de la inversión y el gasto en la economía, lo que a su vez puede llevar a una desaceleración económica a largo plazo. En fin, sus consecuencias negativas pueden ser de gran alcance. Sin pretender mencionar todos, les presentamos algunos de los efectos que más se presentan en una recesión incluyen:

  • Aumento del desempleo: cuando a las empresas no les va bien, a menudo despiden trabajadores. Esto puede conducir a un aumento del desempleo, que puede tener un efecto dominó en toda la economía. Cuando los consumidores gastan menos dinero y la demanda de bienes y servicios disminuye, las empresas pueden experimentar una disminución de las ventas y, por lo tanto, una disminución de la producción. Como resultado, las empresas pueden verse obligadas a reducir sus costos y una de sus primeras acciones son los recortes de empleo. A su vez, esto puede provocar una disminución del poder adquisitivo de los consumidores y una disminución en el gasto, lo que lleva a un ciclo negativo que aumenta la crisis de consumo.
  • Disminución del crecimiento económico: una recesión es un período de declive económico, por lo que no es sorprendente que el crecimiento económico disminuya. Esto puede conducir a una disminución de los ingresos fiscales para los gobiernos y una disminución de las ganancias para las empresas. El decrecimiento económico implica una disminución del PIB y puede ser un signo de una disminución en la producción y las ventas de las empresas. Si la disminución en la producción y las ventas conduce a recortes de empleo y a un aumento del desempleo, esto puede afectar negativamente el poder adquisitivo de los consumidores y disminuir el gasto y la demanda agregada. Por lo tanto, el decrecimiento económico tiene un efecto perjudicial para una economía ya que afecta a la producción, el empleo y la demanda agregada en general.
  • Aumento de la pobreza: una recesión puede conducir a un aumento de la pobreza, ya que las personas pierden sus trabajos y sus ingresos disminuyen. Esto puede tener un impacto negativo en la salud, la educación y otros programas sociales. Durante las recesiones, las empresas viven una disminución en la demanda de bienes y servicios y una disminución en la demanda de trabajadores. Los recortes de empleo pueden afectar más duramente a los trabajadores de bajos ingresos o a los trabajadores poco calificados, lo que puede resultar en una disminución del ingreso en los hogares y una mayor pobreza. Las personas que ya viven en situaciones precarias o cercanas al umbral de la pobreza pueden ser particularmente vulnerables a los efectos adversos de las recesiones económicas.
  • Inestabilidad política: una recesión puede provocar inestabilidad política, ya que las personas se oponen al manejo de la economía por parte del gobierno. Esto puede conducir a protestas, manifestaciones e incluso violencia. La pérdida de empleo, el aumento de la pobreza y la disminución del poder adquisitivo son factores que pueden afectar negativamente la calidad de vida de las personas y llevar a un sentimiento general de frustración y descontento. Ante esta situación las tensiones políticas y sociales existentes aumentan. Los grupos que ya están marginados o en desventaja pueden experimentar una mayor exclusión en una situación de recesión económica, ello los lleva a protestar y pedir cambios en el gobierno. La recesión también puede aumentar el debate y la polarización política sobre cómo manejar la situación económica, lo que puede generar una mayor incertidumbre en la economía y reducir la confianza de los inversores.

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Como hemos indicado, las recesiones son un hecho de la vida en una economía de mercado. Pueden ser causados ​​por una variedad de factores y pueden tener un impacto significativo en las personas, las empresas y los gobiernos. Sin embargo, se pueden tomar medidas para mitigar los efectos de una recesión, como los programas de estímulo del gobierno y la política monetaria.

Importancia de analizar la posibilidad de una recesión en Estados Unidos en 2023

Es muy interesante el debate que se ha producido en Estados Unidos en cuanto a la posible recesión en 2023. Al respecto existen diversas posiciones entre los expertos y analistas económicos. Por un lado, algunos señalan que la recuperación económica se encuentra en un buen camino y que es improbable que se presente una recesión en el corto plazo. Aseguran que el plan de estímulo fiscal del gobierno estadounidense y el equilibrio que hasta ahora ha logrado la Reserva Federal entre aumento de tasas y crecimiento económico han evitado una contracción de la economía.

Sin embargo, otros expertos mencionan ciertas señales que podrían apuntar a una posible desaceleración económica en los próximos meses. Por ejemplo, la tasa de inflación ha aumentado en el país, lo que podría llevar a un aumento de los precios y una disminución del poder adquisitivo de la población. En nuestro caso, vamos a meternos de lleno en este asunto tan importante para los inversionistas.

¿Cuáles son los síntomas de recesión en Estados Unidos en 2023?

La aparición de algunos indicadores de una recesión en Estados Unidos en 2023 como evidencia de la presencia de este mal en la economía ha sido señalado por muchos analistas. Sin embargo, en general, vamos a presentar algunos indicadores que podrían indicar una posible recesión. Vamos a comenzar por el más evidente de todos. 

Desaceleración o disminución de la actividad económica

La desaceleración se refiere a una menor producción, disminución de las ventas y un aumento del desempleo.   Según los resultados del PIB del primer trimestre de 2023, la economía de Estados Unidos está experimentando una desaceleración. El PIB creció a una tasa anual del 1,4 % en el primer trimestre de 2023, frente al 6,9 % del cuarto trimestre de 2022. Esta desaceleración está siendo impulsada por una serie de factores. Podemos mencionar uno de los más evidentes: las subidas de tipos de interés de la Reserva Federal en un esfuerzo por combatir la inflación. Sin embargo, existe el riesgo de que estas subidas de tipos puedan detener demasiado la economía y provocar una recesión. Otro factor que se menciona mucho es la guerra en Ucrania que está provocando un aumento de los precios de la energía e interrumpiendo las cadenas de suministro. Esto podría conducir a una desaceleración del crecimiento económico e incluso podría conducir a una recesión. Igualmente, muchos se preocupan porque la economía china se está desacelerando ya que China es un importante exportador. Una desaceleración en la economía china podría conducir a una desaceleración en el crecimiento económico mundial e incluso podría conducir a una recesión. Pero, ahora vamos a detenernos en aquellos indicadores que reciben mayores reconocimientos de los analistas.

 Inflación alta

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) es una herramienta utilizada por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) de Estados Unidos para medir el cambio promedio a lo largo del tiempo en los precios que pagan los consumidores urbanos por una canasta básica de bienes y servicios de consumo. 

Durante el primer trimestre de este año, se han publicado los siguientes IPC:

Enero 2023: 6,4%

Febrero 2023: 6,0%

Marzo 2023: 5,0%

Los datos obtenidos pueden interpretarse de diferentes maneras. Por un lado, la caída de la inflación general por noveno mes consecutivo es alentadora, llegando al nivel más bajo desde mayo de 2021. Por otro lado, la inflación subyacente ha aumentado una décima hasta el 5,6%, debido a la subida de los precios en productos y servicios que no incluyen alimentos y energía. En junio de 2022, la inflación alcanzó su nivel más alto en cuatro décadas, llegando a un 9,1%. Desde entonces, la inflación ha disminuido, llegando al 5,0% en marzo de 2023. La Reserva Federal está trabajando para luchar contra la inflación y evitar que se enquiste, ya que cuanto más tiempo persista la inflación, mayor es el riesgo de que se produzca una espiral de precios-salarios y aumentan los efectos de segunda ronda. Un aumento sostenido en el nivel general de precios puede afectar la accesibilidad de bienes y servicios y hacer disminuir la demanda de los bienes y servicios, creando las condiciones para una posible recesión en Estados Unidos en 2023. Pero el IPC de marzo nos dice que la Reserva Federal está lejos de su metal del 2% anual.

Caída de los precios de las acciones

La caída de los precios de las acciones de las empresas podría indicar una disminución en la confianza de los inversores y en la economía en general. Se ha producido una caída en los precios de las acciones en los Estados Unidos en el año 2023. El Dow Jones, el índice más representativo del mercado de valores, ha caído alrededor de un 0.35% desde principios de año. Esta leve disminución ha sido impulsada por una serie de factores, que incluyen el aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal, la incertidumbre que impulsa la guerra en Ucrania, que ha provocado volatilidad en la economía mundial y las interrupciones en la cadena de suministro, que han hecho que sea más difícil y costoso obtener bienes y servicios. Es importante tener en cuenta que los precios de las acciones son cíclicos y tienden a subir y bajar con el tiempo. También es primordial entender que los precios de las acciones son solo una medida de la salud general de la economía. La economía sigue creciendo, aunque a un ritmo más lento que en años anteriores. En general, el Dow ha estado oscilando y las acciones no se han valorado frente a la inflación que castiga a la economía.

Reducción de la inversión

La BEA (Bureau of Economic Analysys/Oficina de Análisis Económico) es una agencia del Departamento de Comercio de Estados Unidos que provee estadísticas económicas incluyendo el PIB. Según esta oficina, la inversión fija disminuirá un 1,7 % en 2023. Esta fue la primera disminución anual de la inversión fija desde el año 2020. La disminución se debió a una baja de la inversión fija no residencial, que se redujo un 2,2%. La inversión fija residencial aumentó un 0,8%. La disminución de la inversión fija no residencial fue impulsada por una disminución de la inversión en equipos, que disminuyó un 3,3%. La inversión en estructuras aumenta un 0,6%. La inversión en productos de propiedad intelectual disminuyó un 0,9%. La disminución de la inversión es una preocupación para la economía, ya que podría conducir a un crecimiento económico más lento. Sin embargo, es importante señalar que la inversión aún se encuentra por encima de los niveles previos a la pandemia. Será importante observar de cerca la inversión en los próximos meses para ver si continúa cayendo. Una disminución en la inversión de las empresas en producción, investigación y desarrollo podría indicar una disminución de la confianza empresarial y la posibilidad de recesión.

¿Con qué frecuencia ocurren las recesiones en los Estados Unidos?

Históricamente, Estados Unidos ha experimentado recesiones económicas con cierta frecuencia. Desde la Gran Depresión en la década de 1930, la economía estadounidense ha atravesado varias recesiones de diferentes magnitudes. Aunque los períodos entre las recesiones varían, estas se presentan con suficiente regularidad para que los economistas y los formuladores de políticas estén atentos a los signos de una posible recesión.

Desde la Gran Depresión de principios de la década de 1930, ha habido 14 recesiones en Estados Unidos. La Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), la organización que declara oficialmente las recesiones en los Estados Unidos, ha determinado que ha habido 22 recesiones desde 1854.

Las recesiones estadounidenses en promedio han durado 11 meses y la expansión promedio ha durado 58 meses. La expansión más larga en la historia de EE. UU. fue la expansión de 128 meses que terminó en diciembre de 2007, y la recesión más larga fue la recesión de 18 meses que terminó en junio de 1938.

Las últimas recesiones económicas en Estados Unidos fueron la Gran Recesión del 2008 y la recesión de 2020 causada por la pandemia de COVID-19. En ambas crisis, la economía contrajo su actividad, el empleo y los ingresos disminuyeron enormemente, y los mercados financieros sufrieron un declive.

El ciclo económico es una realidad que forma parte de la economía y, aunque es difícil prever cuándo ocurrirán las próximas recesiones, se sabe que estas son inevitables. La Reserva Federal y el gobierno de los Estados Unidos han implementado varias medidas para intentar prevenirlas o minimizar su impacto. Por ejemplo, la Reserva Federal puede ajustar las tasas de interés y el gasto público puede aumentarse para estimular la economía.

En general, se puede concluir que las recesiones económicas son un hecho recurrente en la economía de Estados Unidos y suelen ocurrir aproximadamente cada diez años. Una comprensión clara de las causas fundamentales y una respuesta adecuada son necesarias para minimizar su impacto sobre la economía y la población.

Entonces, ¿es posible una recesión en Estados Unidos en 2023 2023

En economía, como en la vida, los pronósticos no pueden ser adivinanzas sobre el futuro inmediato, tampoco se trata que los analistas y profesionales tengan una “bola de cristal” para saber lo que pueda ocurrir. En otras palabras, los pronósticos económicos son estimaciones y predicciones del comportamiento futuro de la economía, y se basan en datos y análisis de tendencias y patrones históricos. Estos pronósticos pueden ser útiles para que las empresas, los gobiernos y los inversores tomen decisiones en cuanto a sus operaciones, políticas y estrategias de inversión. Por supuesto, los pronósticos económicos no son exactos y pueden estar sujetos a variaciones e incertidumbres, por lo que es importante considerar diferentes escenarios y posibles resultados al tomar decisiones basadas en estos pronósticos. 

Lo que dicen los analistas

Antes de finalizar el 2022, en el mes de noviembre los analistas de JPMorgan Chase proyectaron que EEUU caerá en una recesión moderada en 2023. Estimaron que el país entraría en una recesión moderada el próximo año a causa de las sucesivas alzas en las tasas de interés por la Reserva Federal. Estas decisiones serán tomadas con el objetivo de frenar una inflación que ha alcanzado máximos en cuarenta años, la Reserva Federal realizó seis subidas en las tasas en 2022: una de 25 puntos porcentuales en marzo, una de 50 puntos en mayo, y cuatro consecutivas de 75 puntos en junio, julio, septiembre y en el actual mes de noviembre. Esto llevó el costo del dinero de tasas cercanas a cero a un rango de entre 3,75% y 4%. No obstante, advierten que las sucesivas alzas ya produjeron una desaceleración en la inflación, pero (y ese es el peligro de recesión) podrían enfriar demasiado la economía, por ello ven en el futuro año una recesión.

“Prepárate para una recesión el próximo año”, es la frase de advertencia de la economista de S&P Global Ratings Beth, Ann Bovino, en un informe publicado el fin de semana posterior al Día de Acción de Gracias el año pasado. Al igual que con muchos pronosticadores dentro y fuera de Wall Street, Bovino considera que la posibilidad de que EE.UU. evite una recesión se está “atenuando”, ya que la Reserva Federal continúa con su estrategia de intentar sofocar las crecientes presiones inflacionarias elevando las tasas de interés. El objetivo del banco central de EE.UU. es simple: acabar con la inflación, el IPC que se sitúa en torno al 8% durante varios meses seguidos este año. Elevar las tasas de interés es una de las principales formas en que la Reserva Federal puede enfriar la economía, encareciendo los bienes y servicios. Esa estrategia está causando dolor, y corre el riesgo de recesión, para los consumidores e inversores que han disfrutado de más de una década de dinero barato para comprar casas, automóviles y otros activos como acciones y bitcoin. Lo que está a la vuelta de la esquina en 2023 de tonalidad gris, cuando no negra: “si bien el impulso económico ha protegido la economía estadounidense este año, lo que está a la vuelta de la esquina en 2023 es de mayor preocupación”, escribió la economista de S&P Global Ratings.

Más cercano en el tiempo, en febrero del 2023, Keith Banks, actual vicepresidente de Bank of America, indicó que el banco “todavía pronostica una recesión para 2023” a pesar de que algunos participantes de Wall Street opinen lo contrario. Además, proyectó que habrá una “debilidad laboral adicional” a medida que avance el año que impactará negativamente en la economía estadounidense. Específicamente, la entidad financiera se prepara para una recesión porque la inflación, que retrocedió desde junio, pero sigue por muy por encima del objetivo, obligó a la Reserva Federal a ejecutar fuertes incrementos de tasas de interés para absorber el exceso de liquidez que estuvo circulando por la sociedad, lo que amenaza con reducir el gasto de los consumidores y las empresas al incrementarse los costos de los préstamos.

Lo que dice la Reserva Federal

La Reserva Federal no ha declarado explícitamente que cree probable una recesión en 2023. Sin embargo, en las minutas de su reunión de marzo de 2023, la Reserva Federal señaló que “la proyección del personal en el momento de la reunión incluía una recesión leve que comenzaría a finales de este año, con una recuperación en los dos años siguientes”. Esto sugiere que el organismo está al menos algo preocupado por la posibilidad de una recesión y está tomando medidas para tratar de evitarla.

La Reserva Federal está aumentando las tasas de interés en un esfuerzo por desacelerar la economía y controlar la inflación. Sin embargo, aumentar las tasas de interés también puede conducir a una recesión, ya que hace que sea más costoso para las empresas pedir dinero prestado e invertir. Está tratando de lograr un equilibrio entre desacelerar la economía lo suficiente como para reducir la inflación, pero no tanto como para causar una recesión. Las últimas proyecciones económicas de la Reserva Federal muestran que la economía crecerá a un ritmo del 0.5% en 2023 y no pronostica una recesión. 

Por otra parte, en abril 2023, la posición de la Reserva Federal cambió un poco. El organismo estima “como probable” que las consecuencias de la crisis bancaria de EE. UU. lleven a la economía a una recesión a finales de este año, según documentos de la Reserva Federal publicados. El personal hizo una presentación sobre las posibles repercusiones de la quiebra del Silicon Valley Bank y otros bancos regionales que entraron en crisis a principios de marzo. Aunque el vicepresidente de supervisión, Michael Barr, dijo que el sector bancario “es sólido y resistente”, los economistas del personal dijeron que la economía se verá afectada

En fin, es demasiado pronto para decir con certeza si Estados Unidos experimentará o no una recesión en 2023. La Reserva Federal está haciendo todo lo posible para evitar una recesión, pero hay una serie de factores que aún podrían conducir a una, como una fuerte caída en el gasto de los consumidores o una desaceleración económica mundial, además de la crisis bancaria que todavía tiene sus impactos.

Conclusiones: ¿Qué hacer frente a una recesión en Estados Unidos en 2023?

Ya indicamos anteriormente que las recesiones aparecen de manera regular en las economías del mundo entero y la norteamericana no se escapa de esta situación. Entonces, ¿qué puede hacer un inversionista para protegerse frente a un mal que siempre estará a la vuelta de la esquina? No pretendemos darles una receta, es conveniente que analicen cada opción con tranquilidad. Hay varias medidas que un inversionista puede tomar para protegerse de una posible recesión económica en Estados Unidos, entre ellas:

  • Diversificar la cartera de inversiones: Al invertir en una variedad de sectores y tipos de activos, el inversionista puede reducir el riesgo de que todo su portafolio se vea afectado por una recesión o una contracción económica en un sector específico.
  • Invertir en activos menos volátiles: Invertir en activos menos volátiles, como bonos gubernamentales o valores de empresas que ofrecen bienes y servicios esenciales, puede brindar una medida de protección adicional durante una recesión económica.
  • Tener una reserva de efectivo: Mantener efectivo disponible puede ayudar al inversionista a cumplir con sus necesidades financieras a corto plazo, en caso de que sus inversiones se vean afectadas por una recesión económica
  • Establecer metas realistas y ajustar expectativas: Ante la posibilidad de una recesión económica, es importante que los inversionistas establezcan metas realistas para sus inversiones, quizás reduciendo las expectativas de ganancias a largo plazo.
  • Consultar con un asesor financiero: Un asesor financiero puede ayudar al inversionista a evaluar las opciones disponibles y diseñar una estrategia de inversión sólida para protegerse durante una recesión económica.

Como se ve, hay varias medidas que los inversionistas pueden tomar para protegerse de una recesión económica en Estados Unidos. En fin, una recesión no es el fin del mundo financiero, pero debemos repetir las experiencias de otras generaciones para superar este obstáculo. Es cuestión de desarrollar capacidades y eso es perfectamente posible.

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