mar Feb 28 - lectura de 5 minutos
Autor: Equipo Acción Latina
Investigar y conocer sobre renta fija y renta variable es de primer orden para todo inversionista, sobre todo cuando es principiante. Esta información es básica para que cualquier inversionista tome decisiones inteligentes en el momento de operar en la bolsa de valores. El tema de ventajas y desventajas de estos dos tipos de rentas es el núcleo de estas reflexiones. Estar bien informados sobre cada detalle les permitirá invertir en aquellos productos financieros que más ofrecen rentabilidad y una reducción de los riesgos. Comencemos, pues.
Vamos a comenzar con un concepto básico que tomaremos de la web: las rentas “son los ingresos que constituyan utilidades o beneficios que rinda una cosa o actividad y todos los beneficios, utilidades e incrementos de patrimonio que se perciben o devenguen, cualquiera sea su origen, naturaleza o denominación”. En palabras sencillas la renta es un beneficio que alguien obtiene cuando realiza una actividad económica.
En nuestro caso, cuando hablamos de renta nos referimos a los beneficios que un inversionista obtiene por su capital. Por ejemplo, si tengo 1.000 dólares y compro acciones, cada cuatro meses la empresa ofrece un dividendo por ese capital, supongamos que es un 2%, entonces obtendría una renta de 20 dólares en cada oportunidad. En un año serían 80 dólares, es decir, un 8% de renta anual.
En términos generales las rentas se clasifican esencialmente en dos tipos en los mercados bursátiles: la renta fija y la renta variable. Vamos a detenernos en cada una de ellas a continuación.
La renta fija, ¿me conviene como inversionista?
Entendido lo anterior, ya podemos razonar lo que sería la renta fija, es decir, una renta cuyo beneficio sea fijo de acuerdo a las condiciones de inversión. Pero, siempre es bueno dar una definición: “es un tipo de inversión donde se conoce desde el principio lo que se va a ganar en un determinado periodo de tiempo. Normalmente existen intereses asociados y una fecha de vencimiento.”
Ejemplos de inversiones de renta fija serían los activos financieros o títulos valores tales como los bonos, las obligaciones/deudas, las letras, y los pagarés. Igualmente son rentas fijas (en el caso de los bienes raíces) los alquileres o arriendos. También existen los sistemas de ahorros tales como los depósitos a plazo y las cuentas de ahorro. Generalmente, estas inversiones se realizan a largo plazo.
¿Cuáles son los productos de la renta fija en el mercado?
Existen tres tipos generales de renta fija. El primero es de acuerdo al emisor, entonces tendremos renta pública y renta privada. La renta fija pública es aquella que se obtiene cuando se invierte en instrumentos financieros que son emitidos por los gobiernos, bien sean nacionales, estadales (regionales) o municipales. Generalmente los organismos públicos emiten este tipo de instrumentos para acceder a recursos para financiar sus gastos y completar los ingresos provenientes de las finanzas públicas, generalmente impuestos.
Por otra parte, las empresas cuyos propietarios son personas también recurren a financiamientos para ampliar sus proyectos productivos o de servicios, entonces emiten productos de renta fija privada. Casi siempre los instrumentos de renta fija privada son más valorados que la pública, sucede que pagan intereses más elevados y una mayor garantía a los retornos de la inversión. El mercado de este tipo de instrumentos es más variado y ofrece muchas opciones que se negocian (compra/venta) en los mercados de valores de cada país.
De acuerdo al plazo de vencimiento podemos encontrar un segundo tipo de renta fija: inversiones a mediano y largo plazo. Las Letras del Tesoro de los gobiernos y los pagarés emitidos por empresas pueden variar desde vencimientos hasta por 18 meses (mediano) y los de largo plazo que superan los dos años. Igualmente, productos de vencimientos más cortos, es decir, inferiores a un año.
Finalmente tenemos un tercer tipo de instrumento de renta fija, de acuerdo a los rendimientos que ofrezcan. Tenemos un producto de renta fija que se conocen como de “rendimiento explícito”. Son aquellos que realizan pagos periódicos al inversionista en forma de intereses (cupones). La periodicidad de estos pagos varía en función de lo estipulado en la emisión, siendo habitual el cupón semestral o anual.
Como contrapartida se tienen los productos de “rendimiento implícito” o cupón cero. En este la rentabilidad viene determinada por la diferencia entre el precio que se paga por el producto y el precio del momento en que vence y se cobra la inversión. Este tipo de productos tiene un pago único de intereses de acuerdo a cuando finalice la transacción. Popularmente son los llamados “bonos cero cupón”, es decir, se recibe los intereses (renta fija) y el capital al finalizar el período acordado.
Ventajas y desventaja de la renta fija
La renta fija tiene algunos beneficios que ofrecen a los inversionistas, estos elementos permiten que el capital negociado con estos instrumentos inversiones seguras. Vamos a presentarles algunos de ellos:
Ventaja 1: reducción de los riesgos
En general, se entiende que la renta fija tiene un riesgo menor que, por ejemplo, las acciones. Esto se debe a que los activos de renta fija suelen ser menos sensibles a los riesgos macroeconómicos, como las recesiones económicas y los acontecimientos geopolíticos. La reducción del riesgo asociado a la inversión es debido a que previamente el inversionista establece el porcentaje de la renta y el vencimiento de la negociación. Es un tipo de renta ideal para garantizar la jubilación o cualquier objetivo a largo plazo.
Ventaja 2: preservación del capital
Este aspecto se refiere a la protección del capital que el inversionista posee para sus negociaciones a través de activos que tienen un objetivo establecido de rendimiento pre establecido. Los inversionistas que estén más cerca de la jubilación pueden contar con sus inversiones para proporcionar ingresos. Como la renta fija suele conllevar menos riesgo, estos activos pueden ser una buena opción para los inversionistas que tienen menos tiempo para recuperarse de las pérdidas. Sin embargo, debe tener en cuenta el riesgo de inflación, que puede hacer que sus inversiones pierdan valor con el tiempo.
Ventaja 3: se conocen anticipadamente las condiciones y monto de la renta
Tal vez la ventaja más notoria de la renta fija sea que el inversionista conoce las condiciones de la inversión, el plazo de la negociación y el monto de su renta en cada operación que realice. Por ejemplo, las rentas que se obtienen por los bonos del tesoro en Estados Unidos varían permanentemente, sin embargo, cuando un inversionista realiza una operación con estos bonos pacta condiciones, plazo y rentabilidad (% de ganancias) con anticipación.
Desventaja: Genera menos ingresos
Nada es perfecto. La desventaja más notoria de la renta fija consiste en que generan menos ganancias sobre la inversión realizada. Las inversiones en este tipo de renta pueden ayudar a generar una fuente de ingresos constante, pero en comparación con la renta variable, los montos son menores. Los inversionistas reciben una cantidad fija de ingresos a intervalos regulares en forma de pagos de cupones sobre sus tenencias de bonos. En el caso de muchos bonos municipales, los ingresos están exentos de impuestos.
Algunos activos de renta fija ofrecen el potencial de generar rendimientos atractivos, dependerá de la pericia del inversionista acceder a este tipo de productos. Para obtener rendimientos más altos se deben asumir mayores riesgos, pero entonces debemos invertir en otro tipo de instrumentos de renta variable.
Si te está resultando útil este contenido y quieres tomar acción sobre tu futuro y tu situación financiera, no olvides unirte a nuestro grupo privado de Telegram gratis donde cada semana compartimos noticias y contenidos de valor sobre educación financiera, trading y la bolsa de valores.
Fondo de inversión de renta fija, una alternativa
Una alternativa muy popular entre los productos de renta fija son los fondos de inversión de renta fija, muy buscados por las asociaciones de jubilados que deben garantizar una rentabilidad a largo plazo para sus beneficiarios.
Los fondos de inversión de renta fija son aquellos productos de inversión colectiva en los que el patrimonio de los ahorradores es invertido en activos de renta fija, esto es, emisiones de deuda como bonos, obligaciones, letras del tesoro o pagarés, realizadas por gobiernos o empresas.
Los fondos de inversión de renta fija son instrumentos de ahorro e inversión que llevan asociado un bajo riesgo y una rentabilidad inferior a la de otros fondos. El hecho de que se denominen renta fija no quiere decir que estas emisiones de deuda no coticen en los mercados bursátiles (al igual que lo hacen las acciones) y puedan variar su precio. Este tipo de producto, de hecho, sus precios oscilarán en función de los cambios en los tipos de interés y del riesgo crediticio de los Estados o compañías emisoras. El término “fijo” se refiere al plazo de vencimiento de las obligaciones y al rendimiento o “cupón”: los intereses que paga el emisor de la deuda, si se mantiene hasta su vencimiento.
Los fondos de renta fija tienen una política de inversión más conservadora invirtiendo en activos financieros. Se han convertido en instrumentos muy valorados por inversionistas más conservadores. Los fondos de renta fija son instrumentos con bajo riesgo asociado y su rentabilidad es reducida en comparación con otro tipo de productos financieros. Al invertir en activos con menos volatilidad, la posibilidad de obtener rentabilidades negativas es menor que en el caso de fondos de renta variable, aunque, como en cualquier producto de inversión, existe la posibilidad de que ocurra.
¿Qué es la renta variable y por qué debo conocerla?
Cuando hablamos de invertir en renta variable, nos referimos a que pondremos nuestro capital en activos financieros, principalmente de deuda, que no garantizan un monto de rendimiento determinado y tampoco tienen un plazo fijo de duración para esta inversión. El tipo de activo financiero de renta variable más conocido son las acciones de las empresas que cotizan y son reguladas por las bolsas de valores en todo el mundo.
En este tipo de inversión no sabes cuánto podrías ganar en un tiempo determinado. La rentabilidad puede ser muy alta, baja o incluso podrían registrar pérdidas. La renta variable protagoniza las inversiones más ambiciosas e importantes. La compra de acciones o las inversiones en la Bolsa de Valores, son ejemplos de este tipo de renta.
La renta variable es una inversión de alto riesgo debido a que hay más variables en juego, como la coyuntura diaria del país a nivel político, social y económico. Sin embargo, su rentabilidad es potencialmente mayor que en la renta fija. Si la renta fija encaja con inversionistas conservadores, la variable es sin duda para inversores más agresivos, sin temor al riesgo.
La motivación principal para invertir en la renta variable está determinada por la edad del inversionista y el tipo psicológico (mentalidad). Para los inversionistas más jóvenes estos activos financieros son atractivos porque ofrecen alta rentabilidad, pero también de alto riesgo. Además, para lograr altos dividendos con su capital, la renta variable exige del inversionista también una alta capacitación para negociar en la bolsa de valores.
Renta variable, ¿el mejor escenario?
Debemos comenzar con un principio o condición de la renta variable: cuando se trata de activos de renta variable, funciona que las ganancias pasadas no aseguran ganancias futuras. Nos explicamos: por lo regular los instrumentos de renta variable suelen tener rendimientos mayores que los instrumentos de renta fija, pero también tienen mayores riesgos. Como se trata de un tema un tanto delicado, lo detallamos a continuación.
Ventajas de la renta variable
El aspecto más positivo de la renta variable son los mayores rendimientos, este tipo de activo financiero pueden producir altos ingresos a los inversionistas, pero (y aquí viene la condición) si el inversionista tiene la suficiente capacidad para hacer negociaciones con el producto más rentable, en el momento adecuado y retira los beneficios oportunamente. En resumen, para obtener mayores ganancias en productos financieros de renta variable, necesitamos conocer más del mercado de valores.
Otra ventaja de la renta variable son los plazos o, mejor dicho, estos instrumentos (volvemos al ejemplo de las acciones) no tienen plazos fijos para obtener beneficios. Se pueden comprar acciones de una empresa a largo plazo, es más, se compran acciones cuando las empresas están jóvenes y se conservan durante muchos años cuando el valor sube. Un ejemplo ilustra mejor.
Tesla cuando salió al mercado de valores era una empresa desconocida en el 2010, su apuesta a fabricar vehículos eléctricos era visto por la mayoría de analistas e inversionistas como muy riesgosa. Bueno, aquellos que tuvieron una visión a futuro de esa pequeña empresa cuando nació pudieron comprar acciones a 17$ cada una, como saben, las acciones llegaron a valer hasta 2300$ dos décadas después. Tesla fue exitosa, pero tal vez ese mismo año nacieron miles de empresas que fracasaron. Este es el arte del inversionista: estudiar cada inversión para lograr altos beneficios y evitar fracasos o pérdidas.
Desventajas de la renta variable
Existe otra regla escrita para los inversionistas, a mayores beneficios, mayores riesgos. El ejemplo anterior de Tesla sirve para explicarla: para quien compró sus primeras acciones en 17$ era una inversión de alto riesgo, tal vez en ese momento tenía mayores posibilidades de fracasar como empresa que el logro que obtuvo muchos años después de salir al mercado de valores. No se sabe a ciencia cierta cuál va a ser el rendimiento año con año de instrumentos de renta variable como las acciones, por lo que también se les considera de alto riesgo.
Las posibilidades de retornos de las inversiones en renta variable no están garantizadas, a diferencia de los de renta fija. Los activos de renta variable, la mayoría de las veces, tienen ganancias superiores a los instrumentos de renta fija, eso ya lo sabemos. No obstante, también existe la posibilidad de que, en un entorno macroeconómico adverso, los rendimientos de las rentas variables puedan ser menores a las rentas fijas.
Lo que sucedió durante la pandemia muestra mejor este escenario. Los cierres de la actividad económica durante ese período produjeron una recesión en la economía mundial. Se redujeron los intercambios comerciales, los insumos internacionales casi fueron cortados, los viajes entre países llegaron a cero en algunos casos y la economía se contrajo. Las acciones bajaron de precios. Esta es una muestra de cómo el entorno macroeconómico afecta a la renta variable. Ese año las pérdidas de los inversionistas fueron muy altas.
Las acciones, el activo más popular de renta variable
Leídas las ideas anteriores, surge una pregunta natural: ¿entonces porque debo invertir en activos de renta variable como son las acciones?
A partir del momento en que se democratizaron las bolsas de valores en el mundo por el impacto de las nuevas tecnologías, las acciones se han convertido en el activo financiero más popular. Hoy en día, cualquier inversionista pueden comprar y vender acciones desde su casa a través de la bolsa electrónica y mediante la utilización de plataformas adecuadas que ofrecen los brokers.
Adicionalmente suceden dos elementos que le facilitan a los inversionistas el proceso inversión. Los portales financieros (abiertos y por suscripción) ofrecen datos y orientaciones al minuto y se conocen con rapidez las noticias y hechos que impactan al mercado de valores. Otra circunstancia es que existen empresas por internet que ofrecen capacitación y acompañamientos a los inversionistas menos formados.
Esta conjunción de circunstancia ha logrado que el producto por excelencia del mercado de valores siga siendo las acciones. Por ser un tipo de inversión de renta variable y porque pueden generar altos dividendos, además de la facilidad para realizar operaciones, las acciones son las protagonistas de la bolsa de valores.
Conclusiones: equilibrar renta variable y renta fija
Finalmente, podemos lograr obtener los beneficios de estos dos tipos de rentas y poder eludir sus amenazas. Los inversionistas inteligentes logran que sus portafolios de inversiones estén diversificados en activos financieros de renta fija y de renta variable. Si se tiene un alto porcentaje del capital en la renta fija sucederá que estaremos muy seguro de que la inversión evite las pérdidas irrecuperables, pero igualmente obtendremos pocos retornos o ganancias por los montos invertidos.
En cambio, si sucede lo contrario, si el porcentaje de inversiones en instrumentos financieros de renta variable, nuestro capital estará más expuesto, correrá riesgos muy altos y hasta se puede perder totalmente. En caso de los beneficios, se pueden obtener altas ganancias, pero no está garantizada de que pueda suceder. Y ahora, podemos llegar al consejo de oro: debemos buscar un equilibrio diversificado en activos financieros de renta fija y renta variable. Los porcentajes nos lo indicará nuestro tipo de inversionista que seamos y la experiencia adquirida.
Si quieres tomar acción sobre tu futuro y cambiar tu vida gracias a la educación financiera, el trading y la bolsa de valores, únete a nuestro grupo privado de Telegram para seguir aprendiendo junto a miles de latinos sin costo alguno.